domingo, 14 de septiembre de 2008

Amigo que se fué

Hace unos días estuve en la oficina de un amigo que se fue...a un mejor lugar...creo...así lo espero.
Su familia tuvo la amabilidad de obsequiarme algunos de sus libros, así como parte del material que el usaba para dictar sus cátedras de Análisis Estructural.
Mientras iba mirando cada uno de sus tesoros me iban aflorando sentimientos ambiguos: por un lado, la felicidad y embriaguez de estar entre ese conglomerado de conocimientos, propios y ajenos, dejados a libre albedrío para ser escogidos por mi...y por otro...la tristeza de sentir la soledad de los huérfanos que algún día tuvieron un padre que los valoró mucho.
Ahora ya no hay padre...y la separación es inminente. Irán a hogares sustitutos, para poder ser queridos tanto o mas como los quiso quien alguna vez los encontró y los hizo suyos.

...Mmmm ahora ya han pasado algunos días desde que instalé a mis nuevos inquilinos en mi casa...todavía guardan silencio...creo que aún se están adaptando...esperemos que pase pronto la timidez.

1 comentario:

La perpetua lucha. dijo...

Que triste la entrada, triste y emotiva...Un abrazo!