viernes, 10 de octubre de 2008

Abrazando a la ternura


Ocurre que a veces uno resulta teniendo los sentimientos en un estado vertiginoso…que cualquier tontería le afecta de manera tan caprichosa que puede terminar pensando en borrar el día del calendario. Peor aun, a veces, a los engreídos días se les ocurre amanecer sombríos y tristes, de manera que hacen homenaje y afianzan los malos sueños que tuviste en la madrugada próxima al amanecer del día que estas viviendo. Entonces ocurre que las horas parecen durar días y que cada encuentro que tienes, con algún ser viviente, solo sirve para acentuar la desazón. También ocurre que, buscando olvidar cualquier idea poco amable, te empeñas en rebuscar en tu cabeza el por qué de los sentimientos que te atormentan en el día…y es así que haciendo una auditoria, entre el nutrido grupo de sentimientos impetuosos, encuentras a uno que justo ese día quiere ser la estrella, y lo peor de todo, ha hecho alianza con otros para formar todo un grupo delictivo en contra de tu buen ánimo. Entonces, sin poder desembarazarte de ellos, vas avanzando a lo largo del día. Llega la tarde, las horas avanzan, y piensas en lo poco que falta para que acabe el día.
Tienes fastidio de todo, del amor, del odio, de la ternura…de todo. Pero al final, al final del dia, llegas a donde debes llegar y sin ganas de esperar alguna manifestación de amables sentimientos, éstos vienen a ti, te abrazan, te besan y te zambullen en lo que hasta hace pocos segundos odiabas…
Ahora ya no odias al amor, ni al mismo odio…y muchos menos a la ternura, porque si esta última viene en la figura de un angelito que te abraza, tu no puedes hacer otra cosa que corresponderle. Es así que terminas……..abrazando a la ternura.
P.D.: La ternura cumplirá 3 años el prox. Noviembre, su mamá organizará un chocolatito…estamos todos invitados.

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